jueves, 8 de diciembre de 2011

Entra en el misterio.



Un hombre realmente religioso no dirá que cree en Dios; no dirá que Dios existe. Estas cosas parecen muy superficiales, parecen ser como respuestas dadas a ciertas preguntas. Un hombre religioso no puede decir semejantes profanidades... que Dios existe. Es un fenómeno tan profundo, algo tan misterioso, que decir cualquier cosa será profano. Así es que siempre que alguien le preguntaba a Buda si Dios existía o no, él permanecía en silencio. 

Estás preguntando algo que no puede ser respondido. No es que Dios no exista, pero responder tal cosa la hará contestable. Entonces la vida se volverá un problema que puede ser respondido. Entonces el misterio desaparece. De modo que Buda decía: «No me hagáis preguntas metafísicas.»
Las preguntas sólo pueden ser físicas. La física puede responderlas. No hay preguntas metafísicas, no puede haberlas, porque la metafísica significa el misterio. Estas técnicas son para ayudarte a entrar más hondamente en el misterio; no en el conocimiento. O puedes considerarlo de una manera diferente, estas técnicas son para ayudarte a descargarte de tus conocimientos. No son para ayudarte a aumentar tus conocimientos, porque los conocimientos son el problema. 

Cierran la puerta al misterio. Cuanto más sabes, menos capaz eres de penetrar profundamente en la vida. Hay que recuperar el asombro original, porque en una sensación de asombro como la de los niños, no se sabe nada y todo se vuelve un misterio. Y si entras en el misterio, cuanto más profundo vayas, más profundo se vuelve el misterio. Entonces llega un momento en el que puedes decir que no sabes nada. Ese es el momento apropiado. Ahora te has vuelto meditativo. 

Cuando puedes sentir una profunda ignorancia, cuando tomas consciencia de que no sabes nada, has llegado al punto de equilibrio apropiado desde el que puede abrirse la puerta del misterio. Si sabes, entonces la puerta está cerrada; si eres ignorante, plenamente consciente de que no sabes nada, la puerta se abre de pronto. La sensación misma de que no sabes, abre la puerta.

Osho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario