Maestro ¿algún día sabré toda la verdad? Le pregunta un discípulo a su maestro
Y el maestro le contesta.
Si, se puede, mañana por la mañana te
espero muy temprano en el jardín y te lo mostraré.
Al siguiente día el discípulo muy temprano
se levantó lleno de alegría sabiendo que por fin podría obtener una certeza
acerca de la verdad Absoluta. Cuando salió, el jardín se encontraba con una
densa niebla, tan espesa que apenas podían verse las formas.
Su maestro salió al encuentro y le dijo:
Podrás tener toda la verdad si puedes
juntar toda esta neblina con tus manos y guardarla en tu bolsillo. Si ves que
es imposible siquiera intentar atraparla y cesas de hacerlo, te convertirás en
un hombre sabio, pues sabrás que es absurdo siquiera imaginar que puedes
atraparla, porque tu propio movimiento hace que la neblina se desvanezca de tus
manos.
Las cosas que trascienden no se saben, se "viven". Al igual que la vida, la neblina es misteriosa, etérea, y sensible a cualquier
movimiento, envolvente. Si deseas atraparla, se escurrirá y se ocultará tras la montaña, más si la contemplas y no te resistes a ella, se te mostrará tal cual es...
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