lunes, 7 de abril de 2014

La neblina


Maestro ¿algún día sabré toda la verdad? Le pregunta un discípulo a su maestro

Y el maestro le contesta.
Si, se puede, mañana por la mañana te espero muy temprano en el jardín y te lo mostraré.
Al siguiente día el discípulo muy temprano se levantó lleno de alegría sabiendo que por fin podría obtener una certeza acerca de la verdad Absoluta. Cuando salió, el jardín se encontraba con una densa niebla, tan espesa que apenas podían verse las formas. 
Su maestro salió al encuentro y le dijo:
Podrás tener toda la verdad si puedes juntar toda esta neblina con tus manos y guardarla en tu bolsillo. Si ves que es imposible siquiera intentar atraparla y cesas de hacerlo, te convertirás en un hombre sabio, pues sabrás que es absurdo siquiera imaginar que puedes atraparla, porque tu propio movimiento hace que la neblina se desvanezca de tus manos.
Las cosas que trascienden no se saben, se "viven". Al igual que la vida, la neblina es misteriosa, etérea, y sensible a cualquier movimiento, envolvente. Si deseas atraparla, se escurrirá y se ocultará tras la montaña, más si la contemplas  y no te resistes a ella, se te mostrará tal cual es...

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