Ser infinitamente
paciente significa saber sin lugar a dudas que te encuentras en armonía
vibratoria con la fuerza omnicreadora que dispuso que llegaras aquí. En
realidad, colaboras en la creación de tu vida. Sabes que aparecerán las
personas idóneas según un programa de orden divino. Intentar acelerar ese programa
con tu propia agenda es como arrancar un brote de tulipán por haberte empeñado
en que necesitas la flor inmediatamente. La creación desvela sus secretos poco
a poco, no según tus planes.
Wayne W. Dyer, en
“El poder de la intención”
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