miércoles, 28 de septiembre de 2011

Confía en tu intuición.


Habían pasado tres semanas y ese hombre no salía del laberinto por más planos mentales que construyera en su cabeza. Todos los caminos se le antojaban familiares, cada pared estaba repetida, reconocía cada esquina y ni el viento ni la luz del sol entraban en aquél torbellino de calles enredadas.

“¿Por dónde entró esa mariposa?”, se preguntó mientras un sexto sentido lo impulsaba a seguirla incondicionalmente, haciendo oídos sordos al juicio de la razón. El pequeño insecto aleteó con la misma fuerza y dirigencia que un ejército de soldados y guió al prisionero del laberinto hasta conquistar la salida … Y es que muchas veces lo que pone luz en nuestras tinieblas no es el foco de la razón, sino la chispa de la intuición.

Tomado de plano creativo.

1 comentario:

  1. Seguí una mariposa y me llevó al mundo de los colores.

    Un gran saludo.

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