jueves, 29 de septiembre de 2011

Shanah tovah.



En hebreo, Rosh Hashaná significa "cabeza del año", y representa el comienzo del año judío que conmemora la creación de Adán, por lo que se considera la celebración de cumpleaños de la humanidad. En el 2011, la fiesta se celebra del 28 al 30 de septiembre.

El tema principal es el reconocimiento de Di-s como nuestro Rey y Creador. Los cabalistas enseñan que la existencia del universo depende de esto, ya que así renovamos el vínculo de que "Somos su pueblo y El es nuestro Rey".

Antes, vivimos un tiempo de mucho trabajo ya que se limpia a fondo, se ordena y se acomoda la casa (el cuerpo) para recibir la llegada de tan ilustre invitado. Imagínate que te anuncien que el presidente de la republica ira a tu casa. Por muy bien ordenada que la tengas ante este honor querrás estar a la altura, y es por eso que muchos han intensificado sus esfuerzos de limpieza y purificación antes de la fiesta.

Cuando recibimos a personalidades en nuestra casa, solemos limpiar de antemano las piezas de plata y cristal que estuvieron guardadas, de modo que llegado el tiempo de recibir al invitado, podamos estar listos, descansados y de buen ánimo para disfrutar como lo hizo María y no estar afanados como Martha.

En Rosh Hashaná, Di-s entra en nuestra casa (corazones). Si durante todo el año estamos conscientes del tiempo de la "visita", los preparativos anteriores no serán agotadores, ya que nos vamos a ocupar de mantener las cosas en plena forma durante todo el año. Cuando ese no es el caso, la tarea de aceptar a Hashem en Rosh Hashaná como nuestro Rey de Reyes es casi imposible.

Este "trabajo de limpieza" se compone de cuatro aspectos básicos: 1- Ha'Chet Azivas o Dejar el pecado, 2- Charatan o arrepentimiento del pecado, 3-Vidduy o confesión de los pecados, 4-Kabala L'Habo o compromiso firme.

Los sabios dicen que cuando alguien asiente a purificarse, Di-s le ayuda, por lo que el primer paso hacia la purificación es darnos el permiso de que se realice, el trabajo fuerte lo hace Hashem. De ahí que, la celebración central de Rosh Hashaná descansa en el toque del shofar o cuerno de carnero que es un llamado al arrepentimiento.

Debemos recordar que Rosh Hashaná es también el aniversario del primer pecado del hombre y su arrepentimiento, iniciando así el primero de los "Diez Días de Arrepentimiento", que culminan en el Yom Kippur o Día de la Expiación.

En el transcurso del servicio de Rosh Hashaná se escuchan 100 explosiones shofar en total. Comer un pedazo de manzana bañada en miel es una tradición que simboliza el deseo de un año dulce como las bendiciones y la abundancia. Además se bendicen los unos a los otros con las palabras Leshanah tová tikateiv veteichateim, que se traduce como "Que seas inscrito y sellado para un buen año."

Al igual que en nuestras tradiciones caribeñas, se tiene por costumbre hacer una “limpia” en agua de río o en el mar y se recitan oraciones. Las limitaciones de edad se quedan detrás y se recibe el nuevo año con un borrón y cuenta nueva.

En las principales fiestas judías, las mujeres encienden las velas, por lo que en las dos noches de Rosh Hashaná se encienden las velas, se recita el Kidush sobre el vino, se emite bendición sobre la jalá, y se disfruta de una comida especial para celebrar la fiesta.

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