El Festival de Wesak es una
ceremonia que tiene lugar anualmente en la luna llena de Tauro (mayo). En esta
celebración, Dios mismo lanza sus bendiciones sobre la tierra, por mediación
del Buda y del Cristo. Según la leyenda, la ceremonia terrestre de bendición
ocurre en un pequeño valle del Tibet, más allá de los Himalayas.
La energía de la Luz está siempre presente en nuestra
vida, tanto en nuestros momentos más oscuros como en nuestros períodos más
brillantes, cuando olvidamos esto, caemos en un estado de duda que nos impide
recibir los milagros o la dicha que buscamos.
Si queremos aprovechar la Luz y la energía disponible en
el universo, primero necesitamos creer en su existencia. Nuestra certeza en la
benevolencia infinita de la Luz es lo que activa su poder en nuestra vida. Sin
la certeza, el poder de la Luz permanece en estado potencial.
Cada desafío que enfrentamos está ahí por una sola razón:
ayudarnos a alcanzar un nivel de iluminación más elevado. El Creador nunca nos
probará más allá de nuestra capacidad de cambiar. Cuanto más fuerte es nuestra
certeza, más fuerte es nuestra conexión. Esta luna llena de mayo (día 6), la
energía de certeza total está disponible de forma abundante para todos
nosotros.
Este
año 2012 nos brinda la oportunidad de ver los frutos de todos nuestros
esfuerzos. Las semanas previas y posteriores al Wesak contienen una potencia
muy alta de Luz que podemos tomar en forma de bendiciones.
Estamos
en el tiempo del agua, de lo femenino, del amor, el tránsito de Venus en junio
cataliza el retorno de lo femenino divino en la Tierra. Entonces, estaremos
regidos por la ley del amor. El maestro Jesús y la iglesia que ha seguido los
pasos de Cristo actúan como una red protectora alrededor de nuestra humanidad.
En Wesak nos guían de la
oscuridad a la luz, de la muerte a la inmortalidad. Toda la ceremonia toma sólo
ocho minutos. Año tras año, estos dos Grandes hijos de Dios nos bendicen y
facilitan nuestro despertar. A través del Buda, se derrama la sabiduría de
Dios, y a través del Cristo, se manifiesta el amor de Dios a la humanidad.
Esta sabiduría y este amor fluye
sobre la humanidad cada luna llena de mayo. Podemos establecer nuestra intención de recibir plenamente de esta temporada,
compartir con otros que estén en el camino de la iluminación, aprovechar las oportunidades de este día para
acelerar nuestro despertar, abrirnos a todo lo que podemos ser y servir a los
propósitos de la Luz para crear un mundo de amor, mientras continuamos el viaje
de descubrimiento de nuestra naturaleza divina. Este es el momento en que tenemos que decirnos a nosotros
mismos: “Yo soy Uno con la Luz”.
LA
GRAN INVOCACIÓN
Desde el punto de Luz en la
Mente de Dios
Que afluya luz a las mentes de los hombres
Que la Luz descienda a la Tierra.
Que afluya luz a las mentes de los hombres
Que la Luz descienda a la Tierra.
Desde el punto de Amor en el
Corazón de Dios
Que afluya amor a los corazones de los hombres
Que Cristo retorne a la Tierra
Que afluya amor a los corazones de los hombres
Que Cristo retorne a la Tierra
Desde el centro donde la
Voluntad de Dios es conocida
Que el Propósito guíe a las pequeñas voluntades de los hombres
El propósito que los Maestros conocen y sirven
Que el Propósito guíe a las pequeñas voluntades de los hombres
El propósito que los Maestros conocen y sirven
Desde el centro que llamamos la
raza de los hombres
Que se realice el Plan de Amor y de Luz
Y selle la puerta donde se halla el mal
Que se realice el Plan de Amor y de Luz
Y selle la puerta donde se halla el mal
Que la Luz, el Amor y el Poder
restablezcan el Plan en la Tierra.
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