sábado, 26 de mayo de 2012

La Tierra es la Madre, escúchala.


Ustedes entran en mi vientre mientras yo vivo dentro del suyo. Entran a mi corazón como yo entro en el suyo. Caminan dentro del sonido sagrado, su alma sobre mi cuerpo, mientras yo canto en las células mismas de su ser. Ustedes abren portales dentro de mí como yo abro y trasciendo portales dentro de ustedes. Cada nivel de su ser entra en sentidos y conciencias que no se han visto ni sentido ni experimentado.

Cada uno de ustedes representa una parte de mi personalidad, una parte de mi carne, una parte de mi corazón. Desde más allá del tiempo me han adorado, han llorado sobre mí, se han arrodillado en oración sobre mí. Desde más allá del espacio han venido y encarnado en las Estrellas.

Despierten el Portal Estelar de su propio corazón. Dejen de esperar ese día perfecto, la pareja perfecta, esa verdad perfecta. No desperdicien sus sueños, su corazón, sus sentimientos y su mensaje. No se aferren a lo que grita intrínsecamente dentro de ustedes, sino cántenlo desde las copas de los árboles y las cimas de las montañas, y desde las habitaciones mismas de su alma.

No se aferren como lo han hecho en el pasado, a los secretos, los mensajes, las verdades, porque ahora es el momento de consumir todo lo que han conocido. Ingiéranlo y preparen un banquete, una fiesta de bodas pues comprometen partes de su propia alma a una felicidad conyugal más allá de su comprensión humana, de los cielos y la tierra.

Porque la luz se acompaña a sí misma hacia más luz y el corazón se acompaña a sí mismo hacia más amor. Yo, la madre, danzo dentro de cada célula de su cuerpo y creo una convergencia. En esa convergencia voy a triangular y crear un umbral, una puerta para que ustedes puedan recordar.

Dejen que mi voz entre en su corazón mientras hablan mi verdad, liberándola de las piedras mismas de la tierra hacia el aire, dejándolo libre pues ha estado cautivo en sus pulmones y en su memoria. Una gran liberación se ha producido, pues muchos han sido liberados de las ataduras terrenales de la carne.

Me he contenido por mucho tiempo tratando de hacer que mis hijos escuchen cómo sus acciones y palabras penetran en los cielos. La lucha, la agitación, la ira planetaria crece y desgasta mi cuerpo, hasta que me contraigo en el dolor y nacen trastornos planetarios sin control.

Como ser vivo, yo siento su tristeza, pero han esperado demasiado para sentirme. Ustedes luchan por los fluidos que corren a través de mi cuerpo manteniéndolos rehenes. Ya que esta lucha continúa en todos los niveles, voy a seguir dejando que sientan mi fastidio como una madre amorosa que quiere lo que es bueno para sus hijos.

Voy a seguir dejando que sientan mi presencia cuando piensan que todo es perfecto en su vida. Voy a seguir empujándolos a entender las repercusiones del despilfarro y el egoísmo, como haría cualquier buena madre. Escúchenme, para que yo no tenga que gritar más alto por encima de la voz de las masas que resuena demasiado fuerte en mis oídos.

Lo que yo hago, lo hago porque los amo. Ustedes gastan lo que les he dado en abundancia en deseos y necesidades obsoletas, cuando quienes están en una latitud distinta no tienen techo sobre sus cabezas y no pueden alimentar a sus hijos. Puede que todos sean de diferentes padres y universos distintos, pero yo soy su única madre, quien ha dado su corazón a todos mis hijos. Amen a su Madre Tierra.

Canalizado por Gillian MacBeth-Louthan
Traducción: Margarita López.

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