Una mujer joven que trató de suicidarse y
que sobrevivió va a un taller para trabajar su caso. Al configurar la
Constelación Familiar se descubrió que quien realmente quería suicidarse era su
madre. Los antecedentes familiares eran que el padre de su madre, o sea su
abuelo materno, se había suicidado ahogándose al tirarse de un puente. En la
constelación, se introdujo a la figura del abuelo muerto junto a su hija, la
madre de la mujer joven, para restablecer el vínculo entre ellos de modo que el
suicida reconfortara a su hija diciéndole que se quedaba con ella.
La madre que físicamente se encontraba en
otra ciudad e ignoraba lo que estaba haciendo la hija, en aquel mismo momento
estaba paseando a su perro por el puente donde se tiró su padre, y donde ella rezaba
frecuentemente una oración por su alma, y para lidiar su propio miedo encubierto
a suicidarse también. Sintió de repente una ola de amor, transportada por una
especie de fuerza al otro lado del puente, presa de una sensación de bienestar
inigualable, supo que ya podía nadar con la corriente de la vida, se sintió
liberada de toda su pesadumbre. Su propia hija tampoco volvió jamás a intentar
suicidarse.
Con frecuencia, en Constelaciones Familiares
vemos que los suicidios responden a dinámicas de: “Prefiero morir antes que tú”.
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