Decía Goethe que los
descubrimientos y las ideas que fructifican no pueden ser considerados
propiedad personal de nadie, ya que están por encima de cualquier poder
terrenal. Estas cosas son como dones inesperados de lo “alto”, que deben ser
recibidos con respeto y agradecimiento. Él consideraba que estas inspiraciones
estaban relacionadas con el espíritu creativo que, con su fuerza superior, hace
con los individuos lo que quiere…
Goethe decía estas cosas porque
había visto con mucha frecuencia cómo una única idea lo cambiaba todo durante
siglos, y como un solo individuo, mediante su expresión personal, ha marcado a
su época con algo que va pasando a las generaciones futuras y sigue estando
activo en ellas.
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