lunes, 29 de agosto de 2011

Encuentras la felicidad cuando ocupas tu lugar.


A la orquesta le faltaba un músico y le pidieron que interpretara ese papel. Para alcanzar la excelencia musical cada intérprete debía conocer el instrumento que tenía asignado y la partitura. Le dijeron que como organización perfecta y equilibrada entrarían en crisis si quedaba aquel puesto por cubrir.

Tuvo que prometer que a la hora prevista estaría allí, aunque empezó a hacerse muchas preguntas: ¿Cómo voy a tocar si no se nada de música? ¿Por qué debo reemplazar a otro? ¿Cuál es el motivo por el que debo interpretar un papel que no es el mío?

Comprendió que la orquesta era una metáfora de su familia y que le estaban ordenando que ocupara el lugar de alguien que acababa de desaparecer. Se negó, a pesar del riesgo de ser expulsado del clan, al recordar que la felicidad no consiste en ser lo que los otros quieren que seamos. No estaba allí para vivir la vida de otro sino la suya propia.

Tomado de plano creativo.

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