lunes, 29 de agosto de 2011

Dueña de mi destino III.

  • Honrar el momento.
Estamos en el tiempo de la manifestación deliberada. Todos somos “maduros” (completos) espiritualmente. Ahora, como en el principio, creamos la realidad deseada por medio del poder del verbo.

Si actuamos como niños, pidiendo sin saber que alguien está pagando por nosotros, hay solución!, retornar al origen, re-establecer el orden, con humildad y respeto asumir la responsabilidad y seguir…La vida lo brinda Todo!

Nosotros pertenecemos a la generación “vieja” que responde al paradigma de vida anterior: lo que una generación no paga, será la siguiente la que deberá honrar la deuda. Así, pagamos deudas de nuestros padres, abuelos, bisabuelos, etc. Las constelaciones familiares han mostrado que sin orden, el amor no puede expresarse.

De este modo, Bert Hellinger su creador, ha aportado un valioso camino terapéutico que permite incluir lo que antes fue separado, y así se restablece el orden perdido. En estas constelaciones, hasta que algún miembro del sistema no mira aquello que no se asumió, las consecuencias se repiten…

Las nuevas constelaciones muestran que estamos en una realidad diferente; estamos en el tiempo del agua, en el retorno a lo femenino, donde el amor es lo único posible.

Arquetípicamente, el orden es masculino y el amor femenino. Antes vivimos el tiempo de la materia, ahora es el tiempo del Espíritu. Los hijos que nacen en esta era de libertad, responden a esto. Son hijos libres!

Muchos llegamos a la Vida en el proceso de transición entre el viejo y el nuevo paradigma. Los que procreamos hijos físicos o energéticos antes del año 2,000 (era de piscis), vemos que ellos responden al orden. Sin orden, el amor no se expresa en la realidad material. Si ocupamos nuestro lugar, nuestra realidad es diferente. Si lo hacemos igual al clan, nuestros hijos nos muestran que nada ha cambiado.

La era de acuario cerró el tiempo en que “otro” paga el precio por nosotros! Este es el profético milenio en que la única ley es el Amor. Lo que antes tomó siglos para expresarse, ahora se manifiesta inmediatamente! Cada quien muestra en su vida, su relación con Dios. El hijo toma (al precio que eso cuesta) sabiendo que solo el que ha tomado tiene algo que intercambiar.

La relación como hijos es completamente espiritual!, los niños de esta era solo toman la vida de sus padres naturales, ya que esa es la manera en que ella se manifiesta en esta dimensión. Ya no están sujetos a una ley de Orden sino que responden a la ley del Amor.

3era Parte.

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