La mayoría de nosotros bailamos siguiendo los pasos que nos han
mostrado las personas que hemos conocido, y a menudo no nos damos cuenta de que
todavía bailamos según ese ritmo en la edad adulta. Como sugiere Jackson
Browne, tenemos que aprender a sembrar algunas semillas propias, convertirnos
en el coreógrafo de nuestra propia vida y danzar al son de la música que
hayamos compuesto nosotros.
El siguiente paso, pues, es la conciencia de que lo único que
hay es el ahora. Hoy es el único día de su vida. No tiene por qué estar
limitado por su historia. Re-elabore su relación con la realidad. Ya no será un
mero bailarín, también será compositor, coreógrafo y el alma rectora de ese
baile.”
Dyer Wayne, en “Tu yo sagrado”.
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