lunes, 30 de abril de 2012


Estamos acostumbrados a vivir en el viejo paradigma de sacrificio, precio y pago, pensamos en función del exterior y así nos convertimos víctimas dónde no tenemos control sobre las situaciones o, dónde otra persona tiene control sobre nosotros. Cambiar al paradigma dónde somos felices, sin depender de las circunstancias externas, nos ayuda a magnetizar nuestros deseos.

La Ley de la Atracción contesta sólo a las vibraciones y no contesta a ninguna otra cosa. Su trabajo es darnos más de lo mismo que estamos vibrando y no va a cuestionar si deseamos algo diferente. Cuando priorizamos algo por sobre todas las cosas que distraen nuestra atención, es cuando cambiamos de paradigma.  

La Ley de Atracción responde a lo que somos, siempre nos va a enviar más de lo que ya somos. En esta nueva era es necesario dejar de ser el niño que le pide a Dios, para convertirnos en el adulto que utiliza los dones que Dios le dio para crear la vida que desea. Es necesario revertir el paradigma y dejar de esperar hasta que tengamos algo para sentirnos como deseamos.

La invitación es a que te diviertas creando, como si estuvieras jugando. Al  jugar estiramos la mente, creamos nuevas redes neuronales para que nuestro cerebro empiece a pensar más en términos de posibilidades. Manifestar riqueza es el fruto de algún intercambio de energía. Hay muchas ideas que puedes poner en práctica.

Una que me gusta mucho es colocar pos-it sobre los billetes con mensajes positivos como: “Bendigo a la persona a quien voy a visitar”, “Hay muchos más como yo, que regresan multiplicados a tu cartera”, “Amo fluir, bendigo la vida de todo aquel hacia quien fluyo”, entre otros. Diviértete y bendice a otros creando nuevos senderos hacia la riqueza.

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