Estamos acostumbrados a vivir en el viejo paradigma de sacrificio, precio y pago, pensamos en función del exterior y así nos convertimos víctimas dónde no tenemos control sobre las situaciones o, dónde otra persona tiene control sobre nosotros. Cambiar al paradigma dónde somos felices, sin depender de las circunstancias externas, nos ayuda a magnetizar nuestros deseos.
La Ley de la Atracción
contesta sólo a las vibraciones y no contesta a ninguna otra cosa. Su trabajo es
darnos más de lo mismo que estamos vibrando y no va a cuestionar si deseamos
algo diferente. Cuando priorizamos algo por sobre todas las cosas que distraen
nuestra atención, es cuando cambiamos de paradigma.
La Ley de Atracción responde
a lo que somos, siempre nos va a enviar más de lo que ya somos. En esta nueva era
es necesario dejar de ser el niño que le pide a Dios, para convertirnos en el
adulto que utiliza los dones que Dios le dio para crear la vida que desea. Es
necesario revertir el paradigma y dejar de esperar hasta que tengamos algo para
sentirnos como deseamos.
La invitación es a que te
diviertas creando, como si estuvieras jugando. Al jugar estiramos la mente, creamos nuevas redes
neuronales para que nuestro cerebro empiece a pensar más en términos de
posibilidades. Manifestar riqueza es el fruto de algún intercambio de energía.
Hay muchas ideas que puedes poner en práctica.
Una que me gusta
mucho es colocar pos-it sobre los billetes con mensajes positivos como:
“Bendigo a la persona a quien voy a visitar”, “Hay muchos más como yo, que
regresan multiplicados a tu cartera”, “Amo fluir, bendigo la vida de todo aquel
hacia quien fluyo”, entre otros. Diviértete y bendice a otros creando nuevos
senderos hacia la riqueza.
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