Hasta ahora, cada
generación había pagado con sacrificio el precio de vivir en colectividad. El sacrificio
que se hace por miedo, buscando pertenecer al grupo, termina siendo esclavitud
y se vive desde la víctima. Un esclavo no cría a su hijo para ser libre, sino
para sobrevivir desde su esclavitud. De este modo, hemos repetido el
sufrimiento de no poder expresar el que realmente somos, de generación en generación.
Solo el sacrificio
consciente trae plenitud y serenidad. Después del 21 de diciembre del 2012,
hemos entrado en un nuevo orden de amor llamado por los antiguos la “Era de oro”.
Es el tiempo de libertad de todo condicionamiento, norma, o ley. El 2013 es un
tiempo para re-encontrarnos con nuestra naturaleza natural; inocente y pura.
La
felicidad es la naturaleza básica de la vida.
La alegría es la
felicidad que llega de nuestra vida interior. Si ponemos el enfoque de nuestra
mirada afuera, la felicidad vendrá y se irá, pero quienes han logrado darse
cuenta que la vida es el espejo en el que mira su propia interioridad
(pensamientos y sentimientos), logra crear su propia realidad.
Reconocer la vida de
afuera como el reflejo de la vida interior es transitar de la dimensión
material a la dimensión espiritual. La dimensión espiritual es alegría. La
verdadera alegría surge de la consciencia que permanece indiscriminada. Sin juicios
ni miedo, no requiere elegir nada…toma todo tal y como es. Esta alegría es
autodependiente. No depende de una actividad, ni depende de algo o alguien.
La alegría que llega de la consciencia indiscriminada es la alegría de ser simplemente tú mismo. Nacemos siendo quien somos, por tanto nadie nos puede dar la alegría, como tampoco nadie nos la puede quitar. El 2013 es una invitación a asentir a la responsabilidad de ser feliz por ser quien eres. Tal y como eres en este preciso momento; con todo lo que es bueno y con todo lo que es malo según tus creencias.
Vivir con alegría es
tomar la decisión consciente de fluir con el río de la vida, dando gracias por
estar vivo y por todas las oportunidades que nos brindan nuestras experiencias.
A través de ellas, comprendemos nuestro valor intrínseco y nuestro lugar en el
mundo. La energía de la alegría que nos trae el 2013 ilumina nuestras creencias
y actitudes, nos pone en el camino que nos lleva de vuelta a nuestra esencia.
Este es un tiempo para
mantener la mente sosegada para vivir nuestra luz y nuestra oscuridad, el
vaivén de los opuestos y la integración de la pareja sagrada. Cada emoción y
cada sentimiento brotarán en su momento buscando un buen lugar donde reposar.
El universo es cómplice de la obra de nuestra vida. Recuerda ser amoroso
contigo mismo, no puedes cometer errores porque todo ocurre con un propósito. La
Creación tiene orden e intención, pensar que te equivocaste es separarte de la
vida, y la vida es dura con los arrogantes.
Quien es bueno con la vida,
recibe bondad de ella. Solo el ego lucha, la función del corazón es la entrega,
de ahí que, la única forma sana de vivir este tiempo es conectándonos con la sabiduría
del corazón. El 2013 es un puente para cruzar del miedo al amor. La sabiduría indígena
tiene un proverbio que dice: “La mente
crea el puente, pero el corazón lo cruza”. La alegría es el antídoto
para todos los miedos, porque la alegría es el lenguaje del corazón.
El miedo surge cuando nos desconectamos del corazón.
La expresión natural del corazón es la alegría, y quien está alegre no se
conecta con el miedo, ya que son incompatibles. Quien vive alegre, disfruta,
ríe, baila, canta y crea. El 2013 nos convida a la apertura del corazón, a vivir
con agradecimiento, a expresarnos con amor y creatividad. La alegría solo cobra
sentido cuando se expresa por vía de algo creativo.
La creatividad
es uno de las señales indicadoras de una conexión espiritual. A menos que nuestra
alegría se exprese en una realización creativa, corremos un alto riesgo de
volver a sintonizar con la tristeza. La alegría nos hace sentir conectados, por
eso le da paso al servicio. La tristeza nos hace sentir solos, y por eso le da
paso a la desgracia. La gracia viene como resultado de una consciencia de unión
con lo que es más grande.
La señal inequívoca de entrega a lo que es más grande es
la confianza en lo desconocido, en el misterio de
la vida. La vida sólo se puede vivir peligrosamente, como lo hacen los niños. A
través del peligro la vida alcanza su madurez y crecimiento. Esto hace que el
2013 sea un tiempo de desafiarnos a nosotros mismos, para hacer cosas que no
hemos hecho anteriormente. Necesitamos del guerrero que hay en nosotros para
salir de lo conocido y emprender lo desconocido, teniendo la valentía de ser nosotros mismos.
Necesitamos el amante que hay en nosotros para
descubrir las situaciones y
relaciones que facilitan nuestra conexión con la alegría en la vida, reconocer
nuestra pasión y expresarla en una actividad creativa, llenarnos de confianza
para ser quien auténticamente somos, y renunciar a la dependencia de los otros,
para entrar en una autodependencia de nosotros mismos, donde el Creador es
nuestra única autoridad, y los demás son los compañeros de camino con los que
compartimos con alegría nuestras bendiciones.
¡Que en este año
2013 la alegría sea tu forma de vivir!
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