"Honra al Señor con tus bienes, y con las primicias de todos tus
frutos;
y serán llenos tus graneros con abundancia,
y tus lagares rebosarán de
mosto".
Proverbios 3:9-10
La fiesta de las primicias es una hermosa fiesta de cosecha, conocida en
hebreo como “Bikkurim” o primeros frutos. Entregar a Dios de los primeros
frutos, en el primer mes del año, expresa nuestro deseo de dar a Dios el primer
lugar en nuestra vida, y nuestra confianza de que su reino es la mejor tierra
para sembrar nuestras semillas.
Hace algunos años, conocí la fiesta de Primicias en la iglesia y desde
entonces, la celebro cada año. En mi caso, la práctica de esta ordenanza ha
sido de gran beneficio; trae por adelantado la bendición de todo el año.
Comparto contigo lo que hago junto a mi familia y amigos:
- Limpio la casa de modo especial, física y energéticamente, para recibir a mis invitados.
- Decoro la mesa donde colocamos las ofrendas con frutas, flores y luz (velas).
- Pongo un baulito para colocar los deseos del año, uno para poner los nombres de quienes participan, y dos más para colocar las Primicias*; uno para las primicias de dinero y otro para las de talentos.
- Bendecimos las semillas del año, y celebramos por adelantado la cosecha en la certeza de que hecho esta.
- Compartimos la comida y bebida que cada uno ha traído.
- Vamos sacando nombres y la persona que sale pasa por el baúl de primicias de talentos y recibe un “regalo”. Si al pasar todas las personas aún quedan regalos, colocamos todos los nombres y continuamos sacando hasta que se agoten.
- Ponemos música y compartimos lo que sentimos.
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