domingo, 11 de noviembre de 2012

Crecer es aprender a despedirnos...




Cada día vamos sumando fracasos.., y se trata de saber qué hacer con ellos, de reconvertirlos en alguna otra cosa. Tuve un grupo musical.., y decidí nominarme: yo cantaba mal. Me autoexpulsé, y así mis colegas pudieron remontar. Crecer es eso: aprender a despedirse.

¿Despedirse de qué?

De todo: ilusiones, parejas, fracasos, éxitos, proyectos, sueños, principios… No decirle adiós a nada… es ser un fundamentalista.

¿De qué gran principio se ha despedido últimamente?

Yo siempre decía que no tendría hijos… Y he tenido uno. Cambiar de principios: ¡he ahí el romanticismo verdadero!

Despídase con algún consejo para jovencitos que empiecen ahora en algo.

Fracasa mucho. Y fracasa mejor: es decir, procura reciclar bien tus fracasos.

Extracto de una entrevista con Risto Mejide. La Vanguardia.


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