Yuri; la promesa de bendición.
Lo que verdaderamente cuenta de una persona
es su vida espiritual más que
su correcta interpretación de un texto.
La experiencia de lo sagrado es mayor
que cualquier logro intelectual.
Abraham Abulafia.
Desde tiempos antiguos, la
filosofía indígena andina muestra como característica la observación del cosmos
y de la naturaleza. Esta atenta contemplación de la creación, les llevó al descubrimiento de las fuerzas, energías y
leyes que rigen en ella. Para ellos, la vida solo es posible cuando estamos
integrados en el universo participando de los movimientos a los que conducen
sus leyes. Se ven a si mismos como microcosmos organizados, inmersos en el gran
cosmos. En esta mirada, el ser humano y el cosmos forman una gran familia.
Cuesta aceptar que el origen de nuestro
sufrimiento se alimenta de nuestra ineptitud de ver. De hecho, es tan doloroso
que solemos entrar en complicidad con nuestro enemigo interno, con tal de no
tener que admitir esta verdad. Cuando los efectos en nuestra vida nos muestran
la repetición de nuestros episodios tristes o dolorosos, tenemos la tendencia a
buscar la causa en otros. En Republica Dominicana, la cosmovisión mágico-religiosa
que caracteriza a gran cantidad de isleños, hace que muchos vean en “algo que
le echaron” la razón de sus fracasos.
El poeta y filósofo estadounidense Henry David Thoreau nos dice:
“Lo importante no es lo que miras, sino lo que ves”.
Cuando conocí las Constelaciones Familiares, esta frase cobró vida en mí. El camino del sufrimiento descansa en la
resistencia que hacemos a decir si a lo que es. La consecuencia de esto, es la
dolorosa pérdida de recursos que tiene lugar cuando creemos que nuestra vida
cambiaría si…poner condiciones a la vida es una tarea extenuante e inútil. La inmersión
en el mundo andino es una oportunidad sensacional para empezar a “ver”. Cada persona,
situación o actividad que encontramos fueron manuales de instrucción para la vida
simple.
Los quechuas llaman Wiraqucha a la energía cósmica
reguladora y organizadora de todo lo existente. Es el Padre-Madre original. En
el espacio celeste, Inti es el padre y Mama Killa es la madre. Los representan el sol y la luna. Quyllurkuna son todos los hermanos (as)
representados (as) en las estrellas. En nuestro mundo, la Pacha Mama es la sagrada Madre Tierra.
Los árboles, las plantas, los animales y toda forma de vida son también vistos
como parientes, ya sea como padres, madres o como hermanos (as).
El espacio circundante a la
tierra, es llamado por ellos Hanaq Pacha y es masculino. Es visto
como “el mundo de arriba” que se complementa con “el mundo de aquí” llamado Pacha Mama. Como vimos, representa a la madre tierra (femenino). La
vida social andina también está ordenada por parejas complementarias. Ver a
toda la creación como familia, despierta en el alma de los indígenas una
especial sensibilidad hacia la naturaleza, donde lo natural es que la relación
con la naturaleza (y el cosmos) sea de reciprocidad, convivencia, armonía y
atención.
Que así sea no conlleva ningún esfuerzo porque
nacen, crecen y evolucionan en esta conciencia. Las generaciones de los mayores instruyen a su descendencia
para guardar un gran respeto, hacia todas las cosas vivientes de la Tierra. En
toda la creación reconocen el espíritu que las manifestó y les da vida. “El hombre no posee el poder de crear vida -expresó Mahatma
Gandhi- No posee tampoco, por
consiguiente, el derecho a destruirla”. Los quechuas asumen la responsabilidad espiritual de ser guardianes de
la Tierra, y conscientes de que todo es interdependiente, esta vinculación con
el espíritu está presente en cada hecho
de sus actividades cotidianas.
La escritora estadounidense Eudora Welty dice: “Nunca pienses que has visto lo
último y definitivo de cualquier cosa”. La palabra que utilizan los habitantes
de los andes para nombrar el amanecer es Yuri. Cada vez que empieza a aparecer
la luz del día, tenemos la oportunidad de ver que tenemos a nuestra disposición
una provisión de bendiciones nuevas. La salida del sol nos recuerda que “Papá” se ocupa, y
nuestra única tarea es tener clara nuestra condición de “hijos”. En un nivel
mental, muchos de nosotros podemos comprenderlo pero a la hora de accionar, mostramos
una seria incapacidad para sentir la seguridad que nos aporta lo femenino (Madre
Tierra), y conectar con la protección que nos llega de lo masculino (Padre Sol).
Y como cada amanecer es único…si no lo logramos hoy, será diferente mañana.
Karina.
PRINCIPIOS DE LOS PUEBLOS
ANDINOS.
1.- LLACHAY.
Aprender de todos y del todo.
2.- LLACHACHIY.
Enseñar lo aprendido.
3.- MUNAY.
Amar a todo tipo de existencia tanto en el mundo
visible e invisible.
4.- LLANKAY.
Laborar integrándose con el mundo visible y
participando con el.
5.- CONEXIÓN.
Buscar volver a conectarnos para volver a vibrar de
acuerdo a nuestra naturaleza verdadera.
6.- ALIMENTACIÓN.
Invita a consumir lo que la madre tierra dignamente
nos da en forma natural;
A ser cuidadores de ella por que el alimento es la
medicina para sanar el cuerpo físico
y fortalecer nuestra espiritualidad.
7.- PURIFICACIÓN.
Es donde el
ser humano tiene que llegar para poder entender el todo.
Es un trabajo interior para eliminar los harapos mentales, hábitos y
paradigmas
hasta no llegar a ser nada para ser parte del todo.
8.- FORTALECIMIENTO.
Nace de la
unión, del compartir nuestros conocimientos, nuestras experiencias,
entender que "todos somos uno" y que esa
unidad nadie puede destruirla.
Cuántas verdades dichas de manera simple y profunda a la vez. Cuánta sabiduría nos dan nuestros ancestros indígenas. Gracias por compartirla.
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