domingo, 9 de diciembre de 2012

Janucá; la fiesta de las luces



La Janucá llamada también la «Fiesta de las Luces» o «Lucernarias», es una festividad judaica en conmemoración a la derrota de los helenos y la recuperación de la independencia judía a manos de los macabeos sobre los griegos. El nombre Janucá deriva del verbo hebreo חנך, que significa “dedicar” o “inaugurar”.

Este año, Janucá va del jueves 28 de noviembre al viernes 06 de diciembre (año 5,773 de kislev). La semana de milagros comprende del 9 al 15 de diciembre. La principal costumbre de la fiesta de las luces es la de encender (en forma progresiva) un candelabro de nueve brazos llamado januquiá. El milagro de Janucá es relatado en el Talmud:

Después de que las fuerzas de Antíoco IV fueran expulsadas del Templo, los Macabeos descubrieron que casi todo el aceite ritual había sido profanado. Ellos encontraron una sola vasija con el sello del Sumo Sacerdote todavía intacto, con suficiente aceite como para mantener encendida la Menorá en el Templo durante un solo día. Los Macabeos utilizaron este aceite y, milagrosamente, el mismo ardió durante ocho días, que es el tiempo que tomaba preparar aceite nuevo.
 
La intención de las luminarias de Janucá es hacer público el milagro ocurrido. Así, las luminarias se colocan en una ventana o cerca de la puerta que da a la calle, para “iluminar afuera de la casa”, de modo que los transeúntes puedan recordar el milagro. Según la tradición judía, el día comienza al atardecer, y ese es el momento en el que se encienden las luces progresivamente; una la primera noche, dos la segunda, y así hasta completar los ocho días, más una luminaria extra llamada shamash que significa “servidor” o “cuidador”.
 
El cuidador se enciende primero para utilizarlo como llama piloto que encienda a las demás. Las 8 luces (una por cada día) más la luz-piloto llena el total de los 9 brazos del candelabro. Las luminarias de Janucá deben arder por lo menos media hora luego de que oscurezca. La costumbre es comer frituras para recordar la relevancia del aceite y dar dinero a los niños para reforzar su buen comportamiento.


Al encender las luminarias, se recitan unas bendiciones que no son específicas de Janucá, sino que se recitan en ocasiones muy especiales:
בָּרוּך אַתָּה ה', אֱ-לֹהֵינוּ מֶלֶךְ הָעוֹלָם, אֲשֶׁר קִדְּשָׁנוּ בְּמִצְוֹתָיו, וְצִוָּנוּ לְהַדְלִיק נֵר חֲנוּכָּה. (נוסח אחר: נֵר שֶׁל חֲנוּכָּה או שֶׁלַּחֲנוּכָּה).


Baruj Ata Adonay Eloheinu Melej haOlam Asher Kidshanu beMitzvotav veTzivanu Lehadlik Ner Janucá (otras versiones: Ner Shel Janucá o Shel Janucá).

Bendito eres tu Adonay, Dios nuestro, Rey del universo, que nos santificó con sus preceptos y nos ordenó el encendido de la vela de Janucá (otras versiones: el encendido de Janucá).


בָּרוּך אַתָּה ה', אֱ-לֹהֵינוּ מֶלֶךְ הָעוֹלָם, שֶׁעָשָׂה נִסִּים לַאֲבוֹתֵינוּ, בַּיָּמִים הָהֵם בַּזְּמַן הַזֶּה (נוסח אחר: וּבַזְּמַן הַזֶּה).


Baruj Ata Adonai Eloheinu Melej haOlam she'Asá Nisim laAvoteinu, baIamim haHem baZman haZé (otra versión: uBaZman haZé).
Bendito eres tu Adonay, Dios nuestro, Rey del universo, que hizo milagros a nuestros patriarcas, en aquellos días en este tiempo (otra versión: y en este tiempo).
Además, la primera noche que una persona enciende las velas debe recitar:

בָּרוּך אַתָּה ה', אֱ-לֹהֵינוּ מֶלֶךְ הָעוֹלָם, שֶׁהֶחֱיָנוּ וְקִיְמָנוּ וְהִגִּעָנוּ לַזְּמַן הַזֶּה


Baruj Ata Adonai Eloheinu Melej haOlam, sheHejeianu veKimanu veHiguianu laZman haZé

Bendito eres tu Adonay, Dios nuestro, Rey del universo, que nos mantuvo con vida, y nos sostuvo, y nos hizo llegar a este momento.


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