Desde los cristales de esta
cafetería veo un trozo del mundo. Todos los que estamos aquí sentados lo vemos,
pero es un mundo diferente para cada uno de nosotros. El ansioso, focaliza a su
modo y lo percibe preocupado, anticipando innumerables peligros. El depresivo,
a través del ventanal, mira el mundo obsesionado con sus pérdidas. El irritable
crónico aplica para ver ese filtro de la injusticia… Mientras acabo el té me
acuerdo de lo que le dijo un día a Eduardo Punset un amigo físico: “Eduardo, no
te inquietes con lo que te voy a decir, pero la realidad es invisible”.
¿Por qué me percibo
invisible?
Si tus padres nunca te
vieron, tú tampoco te ves y es muy probable que creas que eres invisible para
el resto de los mortales.
- ¿Llegaste por sorpresa?
- ¿Hablas con la sensación de que nadie te escucha?
- ¿Caminas como un ladrón sin hacer ruido, como una sombra sin cuerpo?
- ¿Ocultas tus pensamientos, emociones, deseos y necesidades?
Un masaje de nacimiento te
devolverá la visibilidad…
Alejandro Jodorowsky en plano creativo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario