miércoles, 5 de diciembre de 2012

Procrastinar es una forma de renunciar a lo que valoramos.


En el lado activo del infinito Carlos Castaneda dice que el problema de la cultura occidental es que todos habitamos un cuerpo que va a morir, pero actuamos como si tuviéramos todo el tiempo del mundo. Dejar para mañana lo que podemos hacer hoy es vivir en el lado inactivo del infinito.

Procrastinar es postergar lo que tenemos que hacer y es importante para nuestro desarrollo. El "procrastinador" o bien sobrestima el tiempo que tiene para realizar una tarea, o bien subestima el tiempo necesario -según sus recursos propios- para realizarla.

Suelen ser personas con excesiva autoconfianza., controladoras, seguras de si mismas y perfeccionistas. Piers Steel desarrolló una fórmula que explica la procrastinación:
 
U es la Utilidad de la tarea realizada
E es la Expectativa que tenemos
V es el valor que le concedemos al terminar el trabajo
I es la inmediatez
D es la sensibilidad de cada persona a los retrasos

Según esta fórmula las tareas que queremos que se lleven a cabo mejor y a las que más importancia otorgamos son las que más frecuentemente demoramos. La práctica de procrastinar es fortalecida por el autoengaño de que trabajamos mejor bajo presión, una actitud típica de personas que confían mucho en sus posibilidades, y que sostiene un círculo vicioso ya que la tarea se entrega en el plazo con unos resultados óptimos, lo que envía un mensaje erróneo al procrastinador de que obtiene recompensas por su forma estresada de trabajar.

Procrastinar es una de las mejores maneras de renunciar al cumplimiento de nuestros sueños.

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